lunes, 2 de abril de 2007

La Escuela de Canillitas



No solamente se la rebuscaban y vendían diarios los chicos de antes. A pesar de trabajar muy duro, también iban a la escuela.

Ser canillita siempre fue una cosa complicada. Hay que trabajar todos los días. De lunes a lunes. No hay descanso. Encima, si hay diarios a la mañana y a la tarde…peor para el pobre diariero.
Y este problema se acentúa si el canillita es un niño y encima quiere ir a la escuela. Por eso, el Diario “El Orden” del 3 de noviembre de 1933, en su página 37, informaba que en el año 1929 había sido fundada la Escuela de Canillitas y que la ceremonia de inauguración se había hecho el 25 de mayo en el Parque Escolar (actual Parque Alberdi)
El diario también contaba que el señor que creó la Escuela se llamaba Alfredo Bello y era el Presidente del Consejo de Educación. La Escuela funcionaba en el mismo parque, en una casilla que allí había. Se la equipó y ambientó para que sirviera como aula y allí se dictaban las clases.
Los canillitas, por la mañana, luego de vender diario a grito pelado por las calles, ingresaban a la escuela a la hora 08:30. Allí se les servía el desayuno y después de dos horas de clases almorzaban. Apenas terminaban de comer, a la hora 12:00 volvían a sus puestos de diarios para seguir trabajando.
En el año 1933 la burocracia que entonces existía – algunas cosas nunca cambian – determinó que la casilla y el Parque Escolar pertenecían a la Municipalidad y por lo tanto, fue desalojada de allí la humilde escuelita, que dependía de la provincia. Desde entonces, tuvo que empezar a funcionar en otro lado, así fue que recaló en los fondos de la “Escuela Profesional Nocturna - Leandro N. Alem”.
Así, maestros como Carmen Susana Trento, Emilio Paillet, Manuel Faisal y Hugo Molinari pudieron seguir dando clases a los cuatro grados que tenía la Escuela de Canillitas.
Una historia de aquellos años de la ciudad.

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